La Exposición tenía por título "El progreso del amor", en donde por medio de imágenes nos invitaba a identificar este progreso de descubrimiento, cortejo y de ilusión en el enamoramiento.
Las pinturas eran bastante pulcras, cuidadosamente iluminadas y puestas en un orden que nos contara sobre este progreso manteniendo una serie de conceptos sobre las emociones, el instinto, la fantasía.
Cada una de ellas fijaba los puntos de atención con colores llamativos e impactantes, en este caso en la pintura que más llamó mi atención esto era parte fundamental.
Esta estaba situada al comienzo de la exposición, así pues nos habla sobre el principio, el nacimiento de algo. Esto se refleja en muchos aspectos: uno de ellos es que el punto de atención pareciera que está sumergido en el cuadro, iluminando la oscuridad, al igual que en el vientre materno comienza la vida. Se puede ver que hay unos jóvenes jugueteando en el claro (quizás iluminado por la luna), ese aspecto del juego, puede hablarnos que como en todo comienzo, hay alegría y energía, características propias de la juventud de creer en la acción, ya que los personajes están en movimiento. Las tonalidades son primordiales para esta interpretación, puesto que el punto iluminado en el cuadro tiene tonos azules profundos, así nos deja con la sensación de que esta comenzando la luz en medio de la oscuridad de este bosque.
El tamaño del cuadro era bastante grande, y estaba con poca iluminación, lo que provocaba la impresión de estar en penumbra y el punto donde estaban los jóvenes nos hacía sentir que habíamos encontrado algo en la espesura del bosque, nuevamente el descubrimiento de algo que surge.
Creo que la escena al estar en una lejanía, sugiere que son sensaciones agradables pero que aún no están arraigadas, nos deja la impresión que no es algo personal, porque no hay un personaje que destaque más entre el grupo, sino que es una experiencia de la que somos espectadores porque aún no hay nada definido.
